Utopía

Tu vida tiene sentido, y tu felicidad es el destino

miércoles, 15 de junio de 2011

Buena Suerte para el juego, Mala para el amor

Esa frase que viene desde el pasado más lejano de nuestros ancestros, esa frase que no sabemos porque la gente la dice, la que muchos piensan que son puro cuento, yo fui de esas muchas personas, pero después de lo que paso en ese viaje, ya no pensé así. La frase me cayó como anillo al dedo.
19 días estuve en Salta, 19 días jugué juegos de mesa con mi familia, 19 días gane.
Una noche mientras jugaba a las cartas con mis abuelos y padres recibí una llamada, de una amiga que estaba en el boliche al que vamos, ella me dijo que Lucia y Gustavo estaban bailando, pero no como amigos si no, de forma coqueta como en plan de conquista.
Un domingo mientras jugaba UNO me llamo otra amiga para decirme que la “linda parejita” estaba en el cine los dos juntos y solos comiendo y hablando muy acaramelada mente según decían.
Esos días fueron muy dolorosos para mí, llore constantemente día tras día mientras pensaba en lo que iba a pasar. Gustavo y Lucia se podrían arreglar, y obviamente eso iba  a pasar en año nuevo, una perfecta ocasión, un primero del mes, y el primer día del año.
En navidad ya ni me acuerdo que me regalaron, porque yo solo quería una cosa, y no había como me den ese regalo preciado que tanto quería con el corazón, yo lo quería a Gustavo.
No pensé caer en esto, lo que empezó como un juego, termino en algo muy fuerte, me enamore… no sé cómo ni en qué momento, pero me gusta demasiado ese chico por su forma de ser, por su forma de actuar o algo, y por él estoy sufriendo mucho.
En las vísperas de año nuevo fue el día en que mas sufrí, a mi me pueden decir que tan solo tengo 14 años, recién estoy comenzando a vivir, pero que te pase esto, alguien que querés tanto se vaya con otra persona y vos no podas hacer nada, te duele hasta el alma.
Al llegar las 12 todos brindamos por el nuevo comienzo, nos felicitamos y deseamos lo mejor. Todos estaban felices menos yo que lo único que esperaba era que no pase lo que menos quería que pasara en la ciudad.
Llame a todas mis amigas, me trataron de consolar con decirme que nada iba a pasar, trate de ser lo más positiva posible.
Al rato, decidí llamarla a Lucia para ver si podía darme cuenta si estaba con Gustavo, y al llamarla escuché una voz parecida a la de él, nunca voy a saber si era él o no, pero eso me bajo el ánimo demasiado.
A las 3 de la mañana escuché la voz que esperaba escuchar hacia 3 horas atrás; la de Gustavo, deseándome lo mejor del mundo y otras cosas más de las que ya no quiero acordarme.

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