Utopía

Tu vida tiene sentido, y tu felicidad es el destino

miércoles, 15 de junio de 2011

Llego mi otoño


En otoño se marchitan las flores, las horas de luz se acortan, vienen los días fríos.
El otoño llega sigiloso, casi sin avisar, despacha al verano y nos deprime a todos.
Por que el otoño es triste.
El otoño es sinónimo de nostalgia ¿Y qué es la nostalgia? el sufrimiento de recordar algo que tuviste, ya no tenés, ni vas a tener. La nostalgia es un viaje al pasado, a la niñez, al recuerdo de alguien que ya no está. En otoño los colores empiezan a morir. En otoño la vida se ve detrás de una ventana. En el otoño uno quisiera estar en otro parte.
El otoño nos avisa que se viene el invierno.
El otoño llega y va invadiéndonos poco a poco enfriándonos el alma y los sueños.
En otoño todo muere, falta tanto para que vuelva a renacer. El otoño es algo indefinido, terminó el calor pero no llegó el frío. El otoño huele a amenaza, es una brisa fría que presagia dolores. El otoño desconcierta, el otoño nos pone en aprietos.
Una noche larga para mí, vi el amanecer sabiendo lo que me esperaba, sabiendo cómo estaba por terminar esta parte de la historia.
Para muchos una nueva etapa comenzaba, para mí; terminaba algo que todavía no había comenzado siquiera.
La mañana siguiente trate de no ponerme mal, trate de que nadie se diera cuenta de mi bajón… llore varias veces a escondidas.
Y a las 12 del medio día supe la verdad, una amiga me dijo lo que había pasado la noche anterior con Gustavo… Guti  y Lucia se arreglaron fueron sus palabras, palabras que hasta ahora no olvido, palabras que aun da vueltas en mi cabeza.
Trate de ocultar mi pena y al ver que se conecto Gustavo, lo felicite muy agradablemente su arregle, el lo tomo a la ligera y me dijo prácticamente que se había arreglado porque si.
Días después emprendimos con mi familia el viaje de regreso a la ciudad.
Sabía que me esperaba sufrimiento al llegar a la ciudad, lo sabía, y lo tenía muy claro, lo peor, era que no podía evitarlo.
Gustavo y Lucia ya estaban juntos, no podía hacer nada, porque no soy de esas chicas que hacen lo que sea por conseguir a un chico, yo no llego a rebajarme a ese nivel.
Cada minuto que pasaba, cada hora que viví en ese auto, pensé en mi vida, en esa vida que para mí es importante. Cada instante sentía más y más nostalgia, porque lo sabía, cada vez se acercaba más y más mi invierno.
Dos días después llegue a la ciudad, no sabía que me iba a traer de bueno o malo mi regreso, pero sabía que me iba a llevar a algo.

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